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Los jesuitas mexicanos y los derechos humanos
Edgar Cortez Moralez, s.j.
La represión convertida en práctica sistemática por parte del estado y que se multiplica y tiene manifestaciones es lo que nos lleva a plantearnos la pregunta de ¿qué hacemos?, de esta manera a finales del año de 1987 unos jesuitas en una reunión en la que todavía participamos, llamada Acción Popular, donde se reúnen jesuitas que trabajan en medios populares para compartir lo que hacen y lo que sucede en diferentes regiones del país, constataron un importante incremento en las situaciones de represión en contra de organizaciones campesinas, indígenas, de dirigentes sociales, activistas políticos y frente a esa realidad surge la pregunta ¿qué se puede hacer?.
En esa reunión se decide si se puede formar un Centro de Derechos Humanos para apoyar la defensa de estas realidades que vivimos, y es así como en octubre de 1998 se funda formalmente el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
No es el único, hablo de éste porque es la historia que conozco en detalle, se funda el Centro y se le nombra Miguel Agustín porque es también el año en que se le beatifica, es importante unir esta figura histórica del padre Pro, con la causa de la defensa de los Derechos Humanos.
Los jesuitas contribuyen en la formación de otros Centros, en el '90, a instancias de Don Pepe, el obispo de la Tarahumara, se funda la Comisión de Solidaridad en defensa de los Derechos Humanos allí en la sierra Tarahumara, para la defensa de los pueblos indígenas de esa región, en el '90 se funda el comité de Derechos Humanos de Tabasco, en el '91, el Movimiento del Niño Trabajador, de niños de la calle, en Jalapa, también en el '91, el Centro de Reflexión y Acción Laboral, dirigido al trabajo sindical, en el '92 el Centro de Derechos Humanos Indígenas en la misión de los jesuitas en Chiapas, asimismo en el '92 se funda el de la Sierra Norte de Veracruz, no son los únicos, en el Ajusco en México y en diferentes parroquias. También se forman el Centro de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas en Chiapas, el de Tepeyac, y así, en un tiempo se juntan un número importante de centros de Derechos Humanos.
A partir de la creación de estos centros, un primer trabajo que se hace desde el origen, es el de la educación y capacitación en derechos.
Se apoya a las personas para que puedan constituir múltiples centros de Derechos Humanos, algunos dedicados a temas más generales y otros dedicados a sectores más específicos: vecinos, indígenas, trabajadores, en esa misma línea en el Centro Pro se plantea el dilema de qué hacíamos: formar el centro en la Ciudad de México y abrir oficinas en diversos lugares o mejor favorecer la creación de centros de Derechos Humanos locales, se optó por esta segunda, crear centros locales que en regiones, ciudades o comunidades pudieran hacer el trabajo de defensa y promoción de Derechos Humanos.
Asimismo, en un principio se impulsa la creación de redes de grupos de Derechos Humanos, de tal manera que en el '90 se funda la Red Nacional de Derechos Humanos "Todos los derechos para todos", con muy pocos grupos, actualmente tiene 52 integrantes, en 17 Estados de la República Mexicana.
Años después empiezan los esfuerzos para formar Redes de carácter estatal, actualmente existe una red de Derechos Humanos en Oaxaca, siete u ocho grupos, es la más consolidada, otra mucho más incipiente en Guerrero, otra en Chiapas, un intento en Jalisco, todos con la conciencia de entender que el tema de los Derechos Humanos requiere de la conjunción de esfuerzos, y no significa una gran estructura, sino constituirse en el trabajo.
En este caminar, en el año de 1995 la Congregación General XXXIV , define a qué somos invitados los jesuitas y reconoce explícitamente el trabajo a favor de los Derechos Humanos y su importancia, la congregación dice que recientemente hemos adquirido mayor conciencia acerca de otras dimensiones del empeño por la justicia, el respeto de la dignidad de la persona humana creada a imagen de Dios está latente en la creciente conciencia internacional de la amplia gama de los Derechos Humanos, estos incluyen derechos económicos y sociales, respeto a las necesidades básicas de la vida y del bienestar, derechos individuales como la libertad de conciencia, de expresión, de practicar y compartir la propia fe, derechos civiles y políticos como el de participar plena y libremente en los procesos sociales y derechos relativos al desarrollo, la paz y el medio ambiente.
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